viernes, 29 de abril de 2011

Y sonaron toques macarenos...

Y sonaron toques macarenos…

El templo está a oscuras, hay murmullo en la gente y los nervios comienzan a sentirse. Tanto, que el costal que has hecho una y mil veces, no te sale esta vez. Unas manos expertas y amigas te tranquilizan y te tira de la ropa. Parece que el tiempo no quiere acompañar…

De fondo se comienza a oír el barullo de la gente entremezclado con los redobles de tambor de la Policía Armada, y entre en los costaleros un comentario…ya viene la banda. En el frío de la Iglesia, sube la emoción al escuchar “Abelardo” frente a las puertas, que parecen que quisieran abrirse solas para poder recibir tan exquisita visita.

Ya a partir de aquí, la historia la conocéis algunos. Una historia inolvidable para muchos, para otros quizás haya sido una salida más, pero para muchos ha sido un sueño cumplido. En un día tan especial como el Santo Entierro Magno de Sanlúcar, la Centuria Macarena acompañó por las calles de mi tierra a Nuestro Cristo, a Jesús de la Oración en el Huerto.

Sones de Jesús de la Sentencia para Jesús Orante, costero a costero la cuadrilla intentó aliviar el amargo de una madrugá sin ellos… una banda de cornetas, una cuadrilla y un solo corazón hicieron que viviésemos lo que vimos esa tarde.

Gracias a todos, por vuestro comportamiento, por vuestra entrega y por el recital que nos brindasteis, espero que pronto volvamos a disfrutar todos juntos.

Antonio Romero González.

6 comentarios:

M.Cabra dijo...

si lo de las manos expertas te refieres a mi....creo que me valoras demasiado...

un abrazo!

kn dijo...

Antonio,que grande.
Me alegra MUCHÍSISIMO saber que bajo esas trabajaderas había el Sábado Santo un corazón (que yo sepa) tela de macareno.

Anónimo dijo...

Que bonito escribes:)sigo al lioooo jeje ya sabes quien soy.

callejón de los trapos dijo...

Manolo, no te infravalores más, que vales más de lo que piensas y en este mundo del costal se necesitan costaleros de verdad y en la vida más. Si piensas en positivo contigo, tu vida puede cambiar muchísimo.

Jesús y a ti y a los tuyos, que os voy a decir, si nos regalasteis un día inolvidable. En ese paso latían muchos corazones macarenos, de otra manera no nos hubiesemos atrevido a andar de esa manera, ni creo que hubiese salido así.

Creo que nunca se olvidará esa tarde de Sabado Santo.

M.Cabra dijo...

muchas gracias por este ultimo comentario....no sé quien eres,pero me gustaria saberlo y tomarme una cerveza cuando vaya a Sanlucar cuando vaya para allá,que intuyo que eres de allí....

aún así muchisimas gracias

Anónimo dijo...

Manuel,tu eres un grande le duela a quien le duela